Problemáticas

Disfruta de un trato profesional a la vez que cálido y comprensivo para abordar los problemas, de tal manera que se pueda expresar con total libertad cualquier dificultad, y abordarla así de una manera eficaz.

Asume de este modo un papel protagonista en las propias dificultades, descubriendo la manera de eliminar el malestar.

  • Ansiedad: en muchas ocasiones la vida diaria nos arrastra a un ritmo frenético donde experimentamos situaciones amenazantes, nos inquietamos, nos bloqueamos, sufrimos problemas de concentración y nos agobiamos. Mediante ayuda y guía profesional lograremos rebajar el nivel de tensión y encontrar el equilibrio donde recuperemos el adecuado nivel de actividad.
 
  • Depresión: a veces un sentimiento de enorme tristeza, apatía y fatiga puede eliminar cualquier interés hacia las actividades cotidianas o incluso las que antes disfrutábamos. Parece que todo se viene encima y que no hay una salida posible… pero siempre hay caminos alternativos, y no estarás solo en el trayecto.
 
  • Estrés: una pequeña dosis de estrés nos ayuda a hacer frente a las situaciones difíciles, el problema es cuando nos sentimos desbordados al percibir muchas demandas. En estas situaciones podremos sentir irritabilidad, dolores, angustia, falta de concentración y memoria, insomnio, malas digestiones…
 
  • Enfermedades crónicas: la aparición de enfermedades como la fibromialgia, el síndrome de sensibilidad central, la diabetes, el colon irritable, etc. tiene como consecuencia el desgaste del equilibrio psicológico si no lo abordamos de la manera adecuada o no hacemos uso de una ayuda terapéutica que nos enseñe herramientas para afrontar la situación.
 
  • Conflictos familiares: es importante aprender a hablar correctamente, escuchar dentro del entorno familiar, y participar en este núcleo para evitar que se desencadenen discusiones graves.
 
  • Problemas laborales o mobbing: el acoso laboral puede alterar nuestro estado de ánimo, generar ansiedad e irritabilidad, minar la autoestima, y dificultarnos el sueño. Para combatir todo esto aprenderemos recursos con los que afrontar las situaciones de conflicto y recuperar nuestro estado de ánimo.
 
  • Trastornos de la alimentación: hay veces que expresamos mediante la comida conflictos mucho más profundos. Este es el caso de la anorexia, la bulimia, el trastorno por atracón y otros trastornos de la conducta alimentaria. En este tipo de problemáticas es por lo tanto esencial hacerse cargo de todas las circunstancias desencadenantes y subyacentes, para así subsanar la sintomatología desde el origen.
 
  • Duelo: este proceso es duro y difícil, pero con ayuda profesional el paso por las diferentes fases (negación, ira o enfado,  negociación y culpa, depresión y aceptación) puede hacerse de manera natural y sin que perdure más de lo necesario, evitando de esta forma que se convierta en un duelo patológico.
 
  • Problemas sexuales: si el origen de estos problemas (anorgasmia, vaginismo, pérdida del apetito sexual, etc.) es psicológico se puede solventar mediante la correcta ayuda terapéutica.
 
  • Trastornos del sueño: el no dormir suficiente altera gravemente nuestra calidad de vida, por lo que es importante analizar las causas para ponerle solución y recuperar un buen descanso sin miedo a la apariencia de pensamientos negativos cada vez que queremos ir a la cama.
 
  • Autoestima: sin una autoestima adecuada podemos sentirnos inferiores e incluso dejar de relacionarnos con los demás. Con el acompañamiento adecuado aprenderás a sacar lo mejor y a ser más justo contigo mismo.
 
  • Habilidades sociales: el miedo al rechazo nos hace sentir en ocasiones angustia al exponernos a los demás. Aprende las herramientas necesarias para saber cómo actuar frente a estas situaciones sociales.